Cuando Alejandro Franco me propuso realizar una sesión fotográfica para plasmar unas imágenes de su gran pasión y a la vez su profesión, el ajedrez, no sabía en un primer momento como enfocarla para encajar su idea.
Esta gente, una especie “extraña” para mi, por su mentalidad, estrategia y control, no se si llamarles maestros u otro calificativo, un juego que en mi juventud me encantaba, pero que no tuve en mis alrededores personas que me acompañasen. Ese control que ellos tienen y yo dudaba de mi “estrategia” profesional para satisfacer su reto, hasta que en ese segundo te sale la jugada y haces el movimiento para llevarle a su terreno para que se encuentre cómodo, igual que los jugadores que compiten en su campo….. en los locales de la Federación Guipuzcoana de Ajedrez donde desarrollamos nuestra sesión, ¡por supuesto!, con fotografías blancas y negras.
¿Alguna duda de quien ganó?.